Con el brutal crecimiento del ecommerce, los operadores utilizan estos sobrecargos de envío como herramientas para gestionar volúmenes de envíos anticipando y controlando la demanda. Es un flujo constante de predicción de la demanda con el objetivo de evitar congestión en el envío de paquetes. Por esto los sobrecargos de envío varían de operador a operador y están cambiando todo el tiempo.
A principios de 2018, los operadores estadounidenses aumentaron sus sobrecargos de envío más de un 20% como una forma de gestionar el crecimiento de la demanda. El año pasado, UPS en Estados Unidos aumentó su recargo por zona residencial para anticipar el pico de demanda de Black Friday y Navidades… ¡Y tampoco pudieron con tantos envíos! De esta forma, sus beneficios del último trimestre de 2017 cayeron un 5,5% a pesar de aumentar los precios de envíos terrestres un 4,9%.
¿Son todos los sobrecargos de envío legítimos?
Galleon es un auditor de envíos que trabaja con empresas de ecommerce para reclamar estos sobrecargos de envío. De acuerdo con Charles Cushing, co-fundador de Galleon, los sobrecargos pueden llegar a costar entre un 10-30% del total de los costes logísticos. Charles afirma que estos sobrecargos tienen menos que ver con el tamaño de la empresa o el número de envíos que realiza y más con qué y a dónde se envían.
¿Cuál es la fuente principal de estos recargos de envío? Según Galleon, es el envío rápido. En un plazo muy ajustado, incluso los retrasos más pequeños impactan fuertemente en los operadores. Por eso, estos recargos por envío rápido son los más fácilmente reclamables. No obstante, los principales operadores logísticos no devuelven el dinero del envío si se ha retrasado a no ser que lo reclames.
Después del retraso en los envíos, el sobrecargo más común es el de las direcciones de envío mal escritas. Por ello, cada vez más marcas de e-commerce utilizan software de verificación y corrección de direcciones.
Reducir y reclamar sobrecargos de envío
Los operadores calculan las tasas en función de factores como las proyecciones de crecimiento y el porcentaje de beneficio que pueden extraer de sus clientes. Cuando un negocio está negociando estas tasas con el operador, cualquier línea en el contrato está sujeta a cambios. Desde las dimensiones de los paquetes a los sobrecargos de envío.
Dado que los operadores actualizan sus tasas y sobrecargos anualmente, esos son momentos perfectos para auditar tus envíos y considerar renegociar los contratos con los operadores. Por ejemplo, si un negocio envía principalmente a direcciones residenciales o paquetes grandes, deberías intentar que eliminasen esos sobrecargos.
Servicios de auditoría
Entender el impacto de los sobrecargos y cuáles pueden ser devueltos comienza siempre con una auditoría. Coge las facturas de tu operador de los últimos 6-12 meses y comienza a buscar patrones de sobrecargos comunes o esporádicos. Si no entiendes algunos sobrecargos, llama directamente a tu gestor de cuentas y pregúntale. También puedes utilizar servicios de auditoría como Galleon o Lojistic para que lo hagan por ti.
3PLs
Los 3PL o logística de terceros realizan un gran volumen de envíos en nombre de otras empresas. Esto hace que sus contratos con los operadores sean más eficientes, competitivos y con sobrecargos mejor gestionados. Sin embargo, los 3PL no cubren los costes de sobrecargos de sus clientes.
Los negocios pueden realizar envíos con sus propios operadores utilizando 3PL, pero no es fácil. Los 3PL normalmente agregan un gran volumen de envíos y ganan dinero de la diferencia entre sus contratos negociados y las tasas que cargan a sus clientes. Por lo tanto, los 3PL no suelen permitir a sus clientes realizar envíos con sus propias cuentas. Ten en cuenta que las empresas que usan 3PL y hacen envíos con el operador del 3PL no pueden reclamar los sobrecargos de los envíos porque la cuenta del operador está a nombre del 3PL.
APIs de envíos
APIs de envíos como Shippo o Easypost son plataformas que calculan las tasas de envíos e imprimen etiquetas de envíos. La mayor parte de estas APIs de envíos ofrecen verificación de direcciones a granel, lo que ayuda a reducir los problemas de entrega. Las empresas pueden utilizar las tasas de sus operadores, o las de la API de envío, con lo que reclamar estos sobrecargos es algo confuso. No obstante, en la mayoría de casos, tendrás que reclamar directamente al operador.
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